miércoles, 9 de diciembre de 2015

Puente de la Inmaculada en Guadalupe

Este puente con cuatro días festivos, Moncho y Chevi decidimos ir a Guadalupe para disfrutar de su gastronomía y sobre todo sufrir sus cuestas por esas sierras de las Villuercas.

El sábado salimos al campo para pasear y desentumecer un poco los músculos, en un camino nos encontramos con un cabrero, en una animada charla nos comentó que a su hermano le gustaba mucho salir en bici y comentando la ruta que teníamos prevista decía que mejor hacerla en sentido contrario que era más suave, en esto apareció Miguel, un buen amigo, que estaba haciendo su ruta diaria en bici, le comentamos la ruta y sin pensarselo dos veces quedó para hacerla con nosotros al día siguiente, comentándonos también que siempre la había hecho en sentido contrario, pero a Miguel le ponen las cuestas y cuanto más duras mejor, finalmente también apereció Ángel, otro buen amigo que no pudo acompañarnos por motivos laborales y que igualmente nos indicó el sentido contrario de la ruta para que fuera más llevadera, pero estabamos decididos a hacerla tal y como la teníamos prevista.






El domingo quedamos en la plaza a las 9:30, cuando llegamos Miguel estaba esperando, nos indicó que esperáramos un poco por si se animaba alguien más del grupo ciclista de Guadalupe, pero nadie apareció.


Nos pusimos en marcha dirección a La Calera por la carretera del cementerio, los dos primeros km fueron favorables pero enseguida comenzaron las cuestas, teniamos por delante 4 km realmente duros, sin descansos y con fuertes pendientes que llegaban a alcanzar el 24% de desnivel, una vez superado tuvimos una zona de toboganes para llegar a La Calera, allí hicimos un pequeño descanso para reponer fuerzas a pesar de que solo llevábamos 11 km.

Salimos de La Calera por una de sus empinadas calles y dejamos atrás la carretera para coger un camino en bastante buen estado y que nos llevaría a lo alto de la sierra, teníamos por delante otros 4 km de ascensión continua y dura, una vez superada comenzamos otra zona de toboganes en un marco inmejorable con unos paisajes espectaculares que nos llevarían hasta la carretera de Navatrasierra para volver a coronor otro alto y bajar hasta el Hospital del Obispo, donde pudimos llenar los bidones de agua.



Desandamos el camino coronando nuevamente la sierra y bajando la carretera hasta adentrarnos en el camino del Cubero, fué un descenso rápido y espectacular por medio de un pinar que nos llevó hasta cruzar la carretera y coger el Camino Real, a la altura del puente romano, nuevamente comenzaba el ascenso en un camino cubierto por hojas y ramas en el que no se veía el suelo y en el que tuvimos el percance del día, en una de las cuestas al cambiar Miguel partió la cadena, una vez subsanado el problema reanudamos la marcha, así llegamos a la Ermita del Humilladero y cogimos la carretera para en un rápidísimo descenso llegar a Guadalupe y dar por conluida la ruta, habían sido unos 50 km con un desnivel acumulado cercano a los 1200 metros, una ruta bastante dura pero en un paraje espectacular.

LLegados a Guadalupe por supuesto nos tomamos nuestras cervecitas, a las que se nos unieron nuestras familias y que se prolongaron hasta las 6 de la tarde, momento en que nos fuimos a casa para dar cuenta de un espectacular cocidito.



Al día siguiente, lunes, teníamos preparada una ruta de senderismo hasta el Arca del Agua, en plena Sierra de las Villuercas y que pudimos disfrutar en compañía de toda la familia.

Por último el martes, Moncho decidió salir a pasear por el campo y Chevi se fue ha hacer una ruta de running, en total fueron 16,5 km, destacando dos grandes pendientes, una de 850 metros con un desnivel del 21% y otra de 400 metros con desnivel del 12%, el resto fueron continuas subidas y bajadas, en las que el llano brillaba por su ausencia.




No hay comentarios:

Publicar un comentario